EEUU, China y Argentina: Perspectivas en Semiconductores y Litio
La industria global de semiconductores y litio, fundamentales para el desarrollo tecnológico y energético, está marcada por la competencia y la colaboración entre potencias como Estados Unidos y China, entre otros actores, mientras que Argentina se posiciona como un actor emergente en la producción de litio.
Este contexto presenta oportunidades y desafíos significativos para el desarrollo productivo y energético de nuestro país y garantiza mantener una ventana de exportación de otros recursos energéticos al margen del oil & gas, diversificando así nuestra cartera exportadora.
Posición de EEUU y China en la industria de semiconductores:
Estados Unidos, a través de su liderazgo en innovación y tecnología, ha mantenido una posición dominante en la industria de semiconductores durante décadas. Con empresas emblemáticas como Intel, Qualcomm y NVIDIA, EE. UU. posee una infraestructura sólida y una capacidad de investigación avanzada, destacándose como padre de las “placas de silicio” sosteniendo períodos de innovación constante desde Silicon Valley.
Esta capacidad de innovación ha permitido a Estados Unidos mantener su posición como líder mundial en tecnología y ha impulsado avances significativos en áreas como la informática, las comunicaciones y la inteligencia artificial. La Ley de Moore ha sido un motor clave de este progreso, y la capacidad de Estados Unidos para abrazar y adaptarse a los desafíos tecnológicos continúa siendo una fortaleza fundamental en su posición en el escenario mundial.
Cabe destacar que por los elevados costos de producción de imprimir sobre una placa de silicio para la generación de un semiconductor; una gran número de jugadores como es el caso de Estados Unidos, invierten en desarrollo e investigación D+I pero tercerizan en plantas de producción sus productos finales como es el caso de las plantas ubicadas en Taiwán en dónde se producen chips para varias compañias.
Por su parte, China ha surgido como un competidor formidable en el mercado de semiconductores, respaldado por inversiones masivas del gobierno y el rápido crecimiento de empresas como Huawei, SMIC y Xiaomi. Debido entre otras cosas al plan propio del gobierno de alcanzar la autosuficiencia tecnológica ha llevado a la promoción de políticas agresivas de desarrollo interno y adquisiciones estratégicas en el extranjero.
El objetivo buscado por China era lograr para 2025 un 70% de autosuficiencia en materia de semiconductores pero de acuerdo con datos de la consultora IC Insight, la producción local en 2023 representaba apenas el 16,7 %, y sus proyecciones indican que llegaría al 26,2 % en 2026 por lo que aún dependería de tecnología extranjera. Esto sumado a las prohibiciones del gobierno del presidente Biden, impulsan aún más el desarrollo propio tierras adentro.
Ahora bien, China no solo se presenta como alternativa en ascenso en la producción sino que es uno de los mercados más importantes de semiconductores. Sin mercado, no hubiese sido posible el avance de esta tecnología. De ahí, la paradoja de la posición de Estados Unidos de restringir el acceso a patentes de nuevos semiconductores mientras surfea el fino límite de perder el principal mercado que demanda estas placas. Estas restricciones por parte de Estados Unidos, se deben a que desde la administración Biden buscan restringir el avance en semiconductores a la industria armamentística de China.
Relación entre semiconductores y litio:
Los semiconductores son componentes esenciales en una amplia gama de productos electrónicos, desde teléfonos inteligentes hasta vehículos eléctricos. El litio, por su parte, es crucial en la fabricación de baterías de ion litio, que alimentan la revolución de la movilidad eléctrica y el almacenamiento de energía renovable.
¿Podría volverse moneda de cambio o de puja el acceso a la tecnología para seguir incrementando el poder computacional de las naciones a través de sus semiconductores? (Estados Unidos a cambio del acceso al litio y las tecnologías que tiene en su poder China para el desarrollo de baterías que la mayoría de los dispositivos, equipos y otros elementos usan). En el juego geopolítico de relaciones cruzadas, todo es posible y válido dentro de las normativas vigentes.
Perspectiva Argentina:
Argentina posee vastas reservas de litio en la región de Salta, Jujuy y Catamarca, lo que la convierte en uno de los principales productores mundiales de este mineral. Esta posición estratégica coloca a Argentina en el centro de la cadena de suministro global para la producción de baterías y energía limpia.
Ventajas y desventajas de un acercamiento con EEUU:
Una asociación más estrecha con Estados Unidos podría brindar a la Argentina acceso a tecnologías de vanguardia en la fabricación de semiconductores y el desarrollo de infraestructura digital. Además, las inversiones estadounidenses podrían estimular el crecimiento económico y la creación de empleo en el sector tecnológico argentino.
Sin embargo, una dependencia excesiva de Estados Unidos podría exponer a Argentina a fluctuaciones en las políticas comerciales y tecnológicas, así como a la competencia con otros países productores de litio.
La Casa Blanca también está buscando formas de incentivar la compra de litio de Argentina para baterías de vehículos eléctricos, a pesar de que la Ley de Reducción de la Inflación favorece los minerales de las baterías producidos y procesados a nivel nacional o en países que han firmado un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos.
A todo esto, se le suma el acercamiento de Elon Musk, CEO de TESLA Motors que se dedica a la fabricación de automóviles eléctricos que en sus 20 años de vida lleva producidos más de 5 millones de vehículos y tuvo una producción estimada de 1.8 millones en 2023.
Ventajas y desventajas de un acercamiento con China:
China representa un mercado gigantesco para el litio argentino, con una creciente demanda impulsada por su rápida expansión en vehículos eléctricos y energía renovable. La cooperación con China en la fabricación de baterías y tecnologías de almacenamiento podría abrir nuevas oportunidades de exportación para Argentina.
Argentina es el cuarto mayor receptor de préstamos de los bancos de políticas de China, con 17 mil millones de dólares en total. A su vez, China es el segundo mercado de exportación más grande del país, después de Brasil, exportando maíz, soja y trigo. Una línea de crédito de miles de millones de dólares del Banco Popular de China ha sido una fuente vital de moneda fuerte, ayudando a pagar las importaciones y a pagar al Fondo Monetario Internacional. China es el principal inversor en la industria del litio en rápida expansión de Argentina.
Sin embargo, las relaciones con China también conllevan riesgos, como la posibilidad de prácticas comerciales desleales, dependencia tecnológica y preocupaciones sobre la protección del medio ambiente y los derechos laborales en las operaciones mineras.
Conclusiones:
Argentina se encuentra en una encrucijada estratégica en su camino hacia el desarrollo productivo y energético. Un enfoque equilibrado que aproveche las oportunidades de colaboración con Estados Unidos y China en los sectores de semiconductores y litio podría impulsar la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo de la economía argentina.
Claramente, sostener la relación con ambos países con sensatez apuntando a maximizar el desarrollo económico, ya sea como proveedor de materias primas o sumando valor agregado al producto final.
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