La necesidad de descarbonizar Vaca Muerta
Gustavo Anbinder director de Negocios & Desarrollo de Genneia, advirtió que “si vamos a ser exportadores de crudo y derivados hay que saber que entre 2027 y 2030 habrá exigencias ambientales.
Tarde o temprano, la tendencia mundial indica que el mercado petrolero deberá electrificar todas sus operaciones para acceder al financiamiento, ganar nuevos mercados y no perder competitividad.
Gustavo Anbinder director de Negocios & Desarrollo de Genneia habló sobre la necesidad de descabornizar la industria oil & gas, en especial Vaca Muerta que tiene un importante potencial exportador.
“El objetivo de buscar la neutralidad de carbono en este sector está sustentado por decisiones de las compañías de hacer inversiones en ese sentido. Si vamos a ser exportadores de crudo y derivados hay que saber que entre 2027 y 2030 habrá importantes restricciones y requerimientos en cuanto a la intensidad de carbono y metano en los productos comercializados en el mercado externo. Y aquellos que lo puedan hacer van a tener una mayor ventaja competitiva”, señaló Anbinder.
En el marco del webinar organizado por el Mercado Electrónico de Gas (MEGSA), el ejecutivo aseguró que “la forma de conseguir financiamiento en proyectos oil & gas cambió sustancialmente desde 2016, en especial de cómo las agencias calificadoras de crédito están siendo influenciadas por la problemática ambiental”.
“Se ha incorporado una nueva categoría de riesgo crediticio relacionada con el cambio climático”, advirtió. Y explicó que hoy la tendencia de la industria petrolera apunta a alcanzar una mayor electrificación en toda la cadena de producción lo cual implica una gran inversión en infraestructura para operar con energía eléctrica o en tal caso renovables”, subrayó.
Si bien las empresas petroleras tienen su red interna de distribución, en muchos casos están lejos de la red comercial y en la mayoría de los cosas es conveniente crear una subestación nueva.Tanto en Europa como en Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido manejan de modo diferente la regulación y legislación petrolera, según cada caso.
Para 2027- opinó Anbinder- que “se espera que las compañías petroleras que exporten a ese mercados tengan un sistema de medición y monitoreo en sus operaciones, y en 2030 el objetivo de máxima es que todos los contratos de exportación e importación de hidrocarburos tengan que ajustarse al tema ambiental reduciendo al máximo los gases de efecto invernadero”.
Estos mecanismos ya se estarían aplicando en materias primas desde el año 2023. Tendrán vigencia en 2024 para las industrias del acero, hierro y fertilizantes. Y se extenderá a los sectores de la madera, papel y productos alimenticios.
En materia de energías renovables, Genneia hoy es el player más importante en Argentina, ya sea por su capacidad instalada como por la energía que inyecta el Sistema Interconectado Nacional.
Fue la primera empresa en alcanzar 1 GW instalados, lo cual la convierte en una de las diez empresas más importantes de Latinoamérica. Además, del total de su producción el 70% corresponde a energía eólica y el 30% restante a solar.
“Llevamos invertidos más de U$S 1500 millones desde el año 2016 hasta hoy. Estamos inmersos en un proceso de descarbonizar todas nuestras operaciones desde hace 8 años. El plan de mitigación incluye desmantelar todas nuestras centrales térmicas convencionales que funcionan con turbinas a gas”, apuntó Anbinder.
Entre 2016 y 2020 la empresa incorporó más de 850 MW de renovables, y logró desactivar unos 280 MW de generación térmica, lo cual le permitió reducir su intensidad de carbono en un 86%. El reto es llegar al 94% y en 2030 al 100%.
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