Más Desregulación
El Gobierno reglamenta el RIGI y sueña con mayores exportaciones mineras y petroleras
Es la primera vez en los últimos 20 años que se van a hacer contratos de exportación de gas plurianuales. La iniciativa va en línea con la decisión del gobierno de profundizar la desregulación de un mercado que hoy dejaría importantes saldos exportables para el país.
Desde la sanción de Ley Bases que el Gobierno Nacional dejó en claro que su objetivo apunta a
maximizar la renta del país, garantizar la seguridad del suministro, potenciar el perfil exportador, no priorizar el mercado interno y mejorar la balanza comercial.
En este contexto se encuadra la decisión de la Secretaría de Energía de autorizar volúmenes adicionales para exportar gas natural con el objetivo de potenciar al máximo el perfil exportador del país, generar mayores divisas y contribuir al superávit fiscal.
De este manera el Gobierno dio luz verde a la libre competencia de exportación, una vez reconocidos los derechos preferentes del Plan Gas.Ar y evaluadas las proyecciones que aseguran la seguridad del suministro interno.
La iniciativa implica la ampliación de los cupos de exportación de gas y el permiso para generar contratos de 4 años de duración. En este sentido, se trata de la primera vez en los últimos 20 años que se van a hacer contratos de exportación de gas plurianuales.
La iniciativa va en línea con la reciente visita del Presidente Javier Milei a Vaca Muerta y a Chile, cuyo eje central fue ampliar la integración regional e identificar un camino para ir aumentando las exportaciones de gas natural y petróleo al país trasandino.
Algunas voces de la industria aseguran que esta medida era necesario hacerla por el exceso de oferta fuera de los picos invernales y aún así aclaran que no será suficiente para disponer de tal excedente.
"Todos los cañones productivos apuntan a Vaca Muerta que en pocos años va a representar un importante ingreso de divisas al país igual o más que el campo. Sin ingreso de dólares la economía no tiene salvación", argumentaron.
Otros, más escépticos cuestionan su implementación "porque gran parte de los cupos de las exportaciones se los asignaba en función de la competencia que habían tenido las empresas en el Plan Gas que en algún momento el Gobierno amagó con eliminar. Es decir, mayores volúmenes adjudicados en el Plan Gas por mejor precio ganaba una cuota por la exportación, con lo cual a ciencia cierta no sabemos de qué volúmenes estamos hablando. El Gobierno quiere hacer algo pero no sabe cómo hacerlo ni tampoco da previsibilidad a los productores".
La medida tiene como escenario de fondo el crecimiento de producción de gas y petróleo en Vaca Muerta y las expectativas de exportación que se presentan actualmente para Chile, Bolivia (cuya producción están declinación) y Brasil.
Hoy se evalúan varias opciones, alguna de ellas aprovechando la infraestructura ya existente de los ductos.
Argentina ya retomó las exportaciones hacia Chile en 2018 a través del Gasoducto del Pacífico
y ya se autorizaron ventas de gas de Neuquén a Brasil a través de Bolivia a empresas como Tecpetrol, Total y PAE.
Para llegar al mercado brasileño, utilizando la infraestructura boliviana, es clave la obra de Reversión del Gasoducto Norte, para llegar con gas de Vaca Muerta al NOA.
Mientras esto ocurre se anuncian grandes inversiones para monetizar el gas neuquino a través de proyectos de GNL. Pan American Energy y Golar instalarán un barco para licuar gas en Argentina y exportarlo desde el 2027 con la posibilidad de procesar unos 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d).
Y tanto como YPF como Petronas ya confirmaron que Punta Colorada en la provincia de Río Negro será el lugar para la construcción de la mega planta de GNL que incluye inversiones por más de U$S 30.000 millones para exportar el desde vaca Muerta a otros mercados.
En tanto, el Gobierno, a través del decreto 749/2024, ya reglamentó el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). La ley establece beneficios extraordinarios para 9 sectores, entre los cuales se destaca el sector hidrocarburífero que estiman podría aportar más US$ 35.000 millones para 2027.
Según la nueva disposición, las inversiones de petróleo y gas destinadas a transporte y almacenamiento deberán superar los U$S 300 millones, en tanto que las realizadas con fines de exploración y explotación tendrán que ser mayores a U$S 600 millones.
El RIGI contiene una serie de ventajas fiscales e impositivas que apuntan precisamente a estimular grandes proyectos de inversión y generar más divisas para el país.
FUENTE: artículo publicado por Daniel Barneda en El Economista
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