Argentina debe demostrar seriedad como país exportador
No es novedad, en la última década Neuquén ha experimentado un crecimiento exponencial en el sector hidrocarburífero, impulsado por el desarrollo de Vaca Muerta, una de las mayores formaciones no convencionales de petróleo y gas a nivel mundial.
Este fenómeno no solo transformó a la provincia, sino que también está redefiniendo la matriz energética de Argentina, posicionándola como un jugador clave en la producción y exportación de hidrocarburos. Un estímulo importante a este proceso virtuoso fue la implementación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), una iniciativa que le ha dado al sector garantías para desarrollar proyectos a largo plazo.
La construcción del Gasoducto Néstor Kirchner y la reversión del Gasoducto del Norte son también piezas fundamentales que permitirán al país escalar su producción de gas, consolidando las exportaciones hacia mercados estratégicos en la región y del mundo.
En este contexto, las perspectivas de crecimiento en el mediano y largo plazo son muy alentadoras. Las proyecciones indican que, con las inversiones planificadas, Argentina podría convertirse en un exportador neto de energía. Para 2025, se espera que el sector hidrocarburífero aporte un superávit de 10,000 millones de dólares a la balanza comercial, contribuyendo significativamente a la estabilidad económica del país.
Este crecimiento está directamente relacionado con la demanda global de gas natural y su rol en la transición energética, un proceso en el cual Argentina puede ser un actor clave si logra mantener y expandir su infraestructura. A largo plazo, el éxito de Vaca Muerta y la consolidación de Neuquén como una región exportadora de hidrocarburos dependerá de un marco normativo estable, que brinde seguridad a los inversores y permita desarrollar plenamente el potencial de sus recursos naturales.
Además, requiere la apertura y consolidación de los mercados de exportación, para lo que se necesitan socios globales con expertise que puedan ser offtakers confiables como socios del país. Este no es un proceso sencillo, no es soplar y hacer botellas: la energía es un insumo crítico para los países y el concepto de seguridad energética está hoy fuertemente arraigado en los mercados potenciales. Argentina debe demostrar seriedad como exportador: esto es, dar garantías de que malas prácticas del pasado no se van a repetir.
Y para eso es necesario tener una estrategia inteligente y consistente, administrando los ciclos de importación (que continuará siendo necesaria) sin afectar los flujos de exportación. El futuro promisorio está al alcance de la mano: las moléculas están y el marco normativo también.
Pero como Nadal en Roland Garros, no ganaba solo con el nombre: entrenaba, estudiaba sus rivales y desplegaba una estrategia. Neuquén y Argentina están hoy, como el gran tenista español al iniciar ese torneo, con todas las condiciones a favor para ganarlo, pero hay que jugar cada partido con la seriedad que merece, sin dar nada por sentado, planificando y pensando cada paso, para que el éxito que todos esperamos sea finalmente una realidad.
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