
Claves de Arminera 2025
El RIGI marca un antes y un después para las inversiones mineras: Río Tinto picó en punta
Los Ceos de Rio Tinto, Minera Santa Cruz y Vicuña Corp alertaron sobre el impacto de la inflación, los costos crecientes y la falta de incentivos fiscales en los proyectos en marcha.
El Gobierno nacional anunció la aprobación del primer proyecto minero bajo el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), lo que representa un punto de inflexión para el desarrollo del sector y el ingreso de capitales estratégicos a la economía argentina.
La empresa Río Tinto lidera esta nueva etapa con el proyecto Rincón de Litio, que prevé una inversión de 2.700 millones de dólares en la provincia de Salta y que apunta a producir hasta 60.000 toneladas anuales de carbonato de litio de alta pureza.
El anuncio fue realizado por Daniel González, secretario de Coordinación de Minería y Energía, en el marco del cierre de la feria Arminera 2025.
El funcionario destacó que este hito marca el inicio de una nueva etapa para la minería en Argentina, aunque aclaró que el RIGI no es una puerta automática: “No todos los proyectos que aplican serán aprobados. Es un proceso técnico y riguroso, con control fiscal, ambiental y jurídico”.
El sector celebra el punto de inflexión, pero advierte que la estabilidad y la continuidad del RIGI serán clave para atraer nuevos capitales.
La empresa cuenta con Declaración de Impacto Ambiental aprobada y aplicará una tecnología de extracción directa (DLE), que permite mejorar la eficiencia del proceso y reducir el uso de agua, en línea con las mejores prácticas ambientales internacionales.
Desde el sector privado, el respaldo al RIGI es unánime. Ignacio Costa, gerente general de Rio Tinto Lithium, afirmó que el régimen “es fundamental para atraer inversiones a largo plazo”.
Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de extender su vigencia más allá del plazo previsto, julio de 2026, para permitir que más proyectos se beneficien de sus incentivos. “Estamos en un momento clave. Sin estabilidad y continuidad en las reglas, las decisiones estratégicas se postergan”, expresó.
Por su parte, Néstor Rigamonti, gerente general de Minera Santa Cruz, coincidió en que el RIGI representa una herramienta vital para dar sostenibilidad a los yacimientos maduros de oro y plata. “El 80% de las exportaciones mineras del país provienen de este segmento. Si no se extiende la vida útil de los proyectos, perderemos uno de los pilares de la minería nacional”, sostuvo.
Desde el sector del cobre, Alfredo Vitaller, director de Asuntos Corporativos de Vicuña Corp, subrayó que la Argentina tiene entre cinco y seis proyectos listos para avanzar, pero se requiere un entorno de confianza. “Son inversiones de entre 3.000 y 5.000 millones de dólares. El RIGI es clave para acelerar decisiones. No podemos darnos el lujo de perder esta ventana de oportunidad”.
Según González, ya hay entre 8 y 10 proyectos mineros en evaluación para ingresar al régimen, incluidos desarrollos de cobre como José María y el propio Vicuña. El objetivo es replicar el modelo de Vaca Muerta, que en pocos años revirtió un déficit energético de 7.000 millones de dólares y proyecta ahora un superávit de 8.000 millones.
Además del régimen de incentivos, los referentes mineros hicieron hincapié en la necesidad de avanzar en infraestructura, logística y capacitación de mano de obra calificada. “El cuello de botella no está solo en las leyes. También hay que preparar a la industria para escalar”, remarcaron.
El Gobierno aseguró que el Estado no reemplazará al mercado, pero sí creará las condiciones para facilitar el financiamiento privado de obras clave, como la “línea minera” del NOA.
También se abrió la puerta a discutir aspectos regulatorios con las provincias, como la ley de glaciares, con el fin de armonizar la normativa ambiental sin frenar inversiones estratégicas.
“La minería, junto al agro y la energía, puede cambiar estructuralmente la economía del país”, sentenció González. “Y el RIGI es la herramienta que necesitamos para que eso ocurra. Ya está dando resultados. Y esto recién empieza”.
Además, defendió la necesidad de continuar el diálogo con las provincias para avanzar en consensos en materia de legislación ambiental, y afirmó que el Gobierno está dispuesto a discutir “todas las barreras que limiten las inversiones mineras”.
El secretario fue enfático al remarcar que la minería, junto al agro y al petróleo, tiene un rol estratégico para eliminar la restricción externa del país.
“Estos tres sectores por sí solos pueden cambiar para siempre la situación económica de Argentina. El RIGI es una herramienta concreta, que ya está dando resultados. Y esto recién empieza”, finalizó.
Nota: Artículo publicado por Daniel Barneda en El Economista.
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